Los Salvapatrias

Lo han vuelto hacer. El partido ultraderechista que lidera Santiago Abascal ha vuelto a utilizar la polémica para colocarse en el centro de los medios y en las conversaciones de los ciudadanos de a pie echándolos a pelear de nuevo y acentuando más si cabe la división de los unos con los otros. El partido verde que ha conseguido superar los 50 escaños en las últimas elecciones ha vuelto a hacer uso de la estrategia que tan bien les ha funcionado en las dos últimas citas electorales. Que hablen mal pero que hablen, deberán pensar…

Ha ocurrido aquí en Cádiz a través de una felicitación navideña. Esa en la que Baltasar no aparece con su piel negra y que ha desatado los comentarios de todo el que se ha percatado hasta provocar su retirada y posterior rectificación. «Vaya gilipollez» dirán los más apegados a su ideario político. Probablemente este detalle no tendría la mayor importancia si no viniese de un partido que ha instalado el discurso racista sin ningún tipo de complejos en la actualidad política de los últimos tiempos dando alas a quienes ya lo eran y que ahora se ven representados gracias a ellos.

Los Salvapatrias, aquellos que venían para dar un golpe en la mesa y poner las cosas en su sitio porque nadie como ellos, que tanto quieren a su país, podía hacerlo, han terminado dando la razón a quienes los tachaban de todos los clichés de derechas más rancios: Por eso no te hablan de como acabar con un paro que vuelve a subir en los últimos meses o como mejorar la vida de unos ciudadanos que deben hacer frente a unos gastos excesivamente superiores a sus ingresos. Vienen a alimentar el tópico de la derecha: las subvenciones a los toros, su apoyo a la caza, su cuestionamiento a la mujer y volver a la desigualdad de tiempos anteriores de las personas según su sexo u orientación sexual. Hablan desde el odio a la izquierda que ha gobernado para su desgracia los últimos años y con recelo a esa derecha a la que llaman cobarde por no seguir sus mismos parámetros.

Vienen dispuestos a destruir todo lo construido, a dividir más que a multiplicar y a volver a señalar a aquellos que su ideario no sea el mismo que el de ellos. Vienen a desbaratar todo lo que desde la democracia se consiguió porque para ellos todo lo que no sea su pensamiento, está manipulado ideologicamente. Y si para eso deben tirar por tierra los derechos que los ciudadanos han conseguido en estos cuarenta años, lo harán sin que les tiemble el pulso. Ya repartirán ellos banderas y pulseras de su patria para demostrar lo mucho que la quieren mientras la hunden y retrocen cuatro décadas atrás.

@ManoloDevesa

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