El insigne compositor gaditano Manuel de Falla era en efecto el Gaditano Misterioso de nuestro juego de esta semana. Tal y como os contábamos a través de nuestras tres pistas, Manuel de Falla no siempre le inquietó ser compositor. Al principio sus inquietudes rondaban alrededor del periodismo y la literatura. Gracias a un concierto de Edward Grieg descubrió su verdadera vocación. Un hombre que tuvo la oportunidad de conocer a personajes tan destacados como Isaac Albéniz, Pablo Picasso, o Claude Debus y que en 1938, cuando aún no había terminado la Guerra Civil y comienza la II Guerra Mundial, decide exiliarse a Argentina, donde pasará ya el resto de su vida.
Sin embargo nos hemos encontrado además con un personaje con algunas peculiares características que nos dibujan a un no Falla no tan conocido. Por ejemplo, ¿sabían que era hipocondríaco? ¿que era un hombre de grandes manías? ¿y que una de ellas era la limpieza? Esta manía le llevaba a limpiar personalmente con alcohol cada una de las teclas del piano en el que tocaba cuando daba un concierto. Su obsesión por la limpieza le lleva incluso a tener tendinitis de tanto lavarse las manos…
Aunque hoy día tengamos asimilado que su apellido es de Falla y Matheu, no siempre fue así. De hecho su verdadero apellido iba sin el «de» pero en torno a los 23 años decide incorporarlo dando un aire más artístico. Entre sus primeros trabajos estuvo el de maestro enseñando a señoritas de la alta sociedad piano. Fue allí donde se encontraría con su primera novia María Prieto Ledesma.
Para que vean como es el destino a veces. Su obra más conocida, La vida breve, la escribió en 1904, ubicándola en el Albaicín, que no conocía. Sin embargo la obra es estrenada 9 años después ya que aquí no llamaba la atención pese a haber ganado el Primer Premio en el Concurso de la Real Academia de Bellas Artes de Madrid. Un premio del todo anecdótico si tenemos en cuenta que las partituras se entregaron mal compuestas por falta de tiempo. Su hermano, que no tenía idea de música le ayudó pero solo lograron que aquello fuese un desastre. Aun así Falla advirtió del error y el tribunal lo tuvo en cuenta. Finalmente la obra la estrena en París antes.
Aunque nace en Cádiz, Granada se convierte en su perdición a la que llamaba «mi pequeño París». Vivió allí durante 17 años siendo nombrado Hijo Adoptivo en 1926. Los restos del autor se encuentran en la cripta de la Catedral de Cádiz.
@ManoloDevesa