Sevilla volvía a vivir ayer una de esas jornadas que tanto disfrutan en la capital andaluza. La Hermandad de la Sed salía a la calle para celebrar sus cincuenta años. Casi siete horas de procesión en una jornada donde el termómetro no daba tregua y acababa con el agua fría en la mayoría de los comercios.
Sin embargo y a pesar del sofocante calor, la Gran Plaza se abarrotaba de personas para ver salir al Cristo de la Sed y verlo procesionar por el barrio de Nervión. Una salida que vivió un momento de especial emotividad con la llamada dedicada a Luis Álvarez Duarte, recientemente fallecido.
La banda de Cornetas y Tambores Rosario de Cádiz volvió a acompañar a La Sed, como lo viene haciendo desde hace tres años. A la altura de la avenida Eduardo Dato, se producía un murmullo enorme entre el público cuando la banda comenzaba la marcha Eternidad.
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