Cuando dos camellos paseaban a los gaditanos por la playa Victoria

Imaginen encontrarse por las orillas de la playa Victoria a una pareja de camellos. De esos de cuatro patas, se entiende… A buen seguro que los bañistas se pegarían un buen susto: «¿Qué hacen esos camellos ahí?» sería nuestra pregunta más repetida.

En 1967, año en el que es alcalde José León de Carranza, se comienza a apostar por nuestras playas con el convencimiento de que son el gran beneficio de la ciudad. El propio alcalde explica que desea una ampliación del paseo marítimo de la playa Victoria, hasta el castillo de la Cortadura, y unir éste con la carretera general mediante una calle transversal. Se colocan nuevas casetas en el paseo y en Cortadura y se construye una nueva galería en la playa de la Caleta.

En la playa Victoria tiene lugar algo insólito: una pareja de camellos venidos del mismísimo Sahara se pasea por sus orillas con el objetivo de dar un paseíto a todo el que asi lo desee. Eso sí, por el módico precio de cinco pesetas. Aquello se convierte en un auténtico éxito y es la imagen del verano. Jóvenes y mayores forman largas colas en las taquillas para ser el primero en montarse en camello sin necesidad de viajar al desierto.

@ManoloDevesa

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