La Dama que en realidad era un caballero y viceversa

El 26 de septiembre del próximo año se cumplirán cuarenta años del descubrimiento de La Dama de Cádiz en la calle Ruiz de Alda. Así que con el 40 aniversario prácticamente encima, el descubrimiento que hoy se ha hecho público no hace si no sumar interés a una historia de por sí apasionante.

Cuando aquel 26 de septiembre de 1980 se descubrió durante unas obras el sarcófago femenino con el que Quintero Atauri había soñado día y noche, pronto se confirmó que aquello, efectivamente parecía encerrar el cuerpo de una mujer. Nada más lejos de la realidad. El descubrimiento que hoy ocupa la portada de DIARIO DE CÁDIZ confirma que el cuerpo que escondía el sarcófago femenino no era el de una mujer si no el de un hombre y viceversa.

Sin embargo, el informe lo corroboró desde prácticamente el principio, como bien recuerdan los por entonces directores del museo y de la excavación, Ramón Corzo y Francisco Blanco. Lo tenían claro y los estudios de Antonio Álvarez lo avalaban médicos como el catedrático de Historia de la Medicina Antonio Orozco o el presidente de la Academia de Medicina y de la Hispano Americana. Pero no salió a la luz. No se le dio la mínima publicidad principalmente porque no creyeron que aquello tuviera mucha importancia. Nada lo bastante destacable para ellos…

La explicación dada tras los pertinentes estudios es que estábamos ante una personalidad robusta en el caso de la mujer y un hombre delicado. Con estas características lo único que faltaba es que,  encima, en los sarcófagos apareciesen una dama y un caballero esculpido. Algo que una vez descubierto el secreto se llega a la conclusión de que lo importante no eran los sexos esculpidos en la tapa, sino el viaje a la divinidad. Es decir, que no necesariamente el sarcófago con la mujer esculpida debía contener en su interior a una mujer. Podría ser algo más relacionado con la disponibilidad del momento. Si fallecía alguien y había un sarcófago disponible, pues se utilizaba y santas pascuas. Independientemente del sexo del difunto. Por lo que los sarcófagos no trataban de representarlos a ellos.

Casi cuarenta años después, la leyenda o rumor que recorría varios mentideros se hace noticia confirmando la sorprendente realidad: Ni la Dama de Cádiz era una mujer ni el Caballero un hombre.

@ManoloDevesa / Fuente: Diario de Cádiz

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