Cádiz se ha apuntado a la moda. Lástima que ésta consista en dificultar a sus propios ciudadanos a la hora de encontrar un hogar en el que vivir. Los llamados apartamentos turísiticos se multiplican como las palomas en esta ciudad sin que nadie pueda remediarlo. Son un chollo seguro aunque haya gaditanos que ven casi un espejismo el conseguir una vivienda que se ajuste a su presupuesto.

Porque en una ciudad donde la gran mayoría son personas sin un alto nivel de vida, a la hora de buscar pisos puedes encontrarte con autenticas barbaridades: pisos de unos pocos metros cuadarados a precio de palacios. ¿Quién está dispuesto a pagar tanto por tan poco? Me da mucha pena ver como casi a diario muchísimas familias luchan por encontrar una casa: «La compra ya la descartamos hace mucho pero es que el alquiler se ha convertido en algo igual de difícil para nosotros» dicen con una más que evidente preocupación.

Yo he sido testigo de pisos que con unas lamentables condiciones, sus dueños pedían un pastizal. De inmobiliarias que te enseñaban casas que no veían una fregona desde hace siglos. «No nos dejan cambiar las ventanas por temas históricos» me dijeron una vez. «Lo de limpiar los cristales, tampoco ¿no?» me preguntaba interiormente. Una autentica vergüenza.

La aparición de apartamentos turísticos solo ha hecho agravar la situación de la vivienda en Cádiz. Porque aparte del problema del precio en muchos casos, ahora se suma la escasez de pisos de alquiler para larga temporada. A este carro se apunta cualquiera. Desde la persona que está viviendo de alquiler y durante sus vacaciones realquila su casa, a propietarios que un buen día deciden echar a sus inquilinos para convertir su piso en un lugar para los turistas. Todo esto sin contar con las molestias que pueden ocasionar personas que solo vienen a la ciudad a divertirse pasándose por el arco del triunfo las mínimas reglas de convivencia.

Leía hace unos meses en DIARIO DE CÁDIZ que en solo tres años, Cádiz se ha convertido en la tercera ciudad andaluza en cuanto a habitaciones por habitante alcanzando ya el millar. Mi pregunta es la siguiente: ¿qué ocurre con esa inmensa minoría que, reconociendo su incapacidad para comprar una vivienda,  solo veían en el alquiler la única forma de independizarse?

Ante lo que ya se ha convertido en un nuevo problema para los gaditanos, el Ayuntamiento de Cádiz decidía en el pleno del mes de febrero bonificar el 95% del IBI a las viviendas del programa de alquiler social y una bonificación del 30% durante tres años a aquellos que pongan en servicio las viviendas de nueva promoción para alquilarlas como vivienda permanente. Solo me queda esperar que no sea parte de las elecciones próximas y que de hacerse realidad, haga efecto. De paso podrían regular eso del metro cuadrado. Vamos, que dejen que alquilarte pisos de dos habitaciones a precio de cuatro.

@ManoloDevesa