Atención a esto que me parece una locura de tamaño considerable. Les pongo en situación: sábado por la tarde. De repente recibo una foto vía whatsapp de mi hermano: en ella mi sobrina posa sonriente delante de una máquina donde puedo distinguir perfectamente mi cuenta de Instagram: «Eh, ¿qué es eso?» pregunto un poco extrañado. Es entonces cuando mi hermano me suelta el bombazo: la máquina donde se pueden imprimir tus fotos de Instagram en formato Polaroid ha llegado a Cádiz.

¿Qué tiene eso de bombazo? se preguntarán al otro lado de la pantalla. Fotonota no solo te permite imprimir las fotos preferidas de tu perfil sino EL DE CUALQUIERA. Es decir, que en cualquier momento puede estar usted paseando tranquilamente por un centro comercial y ver como alguien se mete en su perfil de Instagram no solo para cotillear sus fotos sino para imprimirlas. Pero además no lo hace desde su móvil si no en una pantalla gigante. Ante los ojos de todo un centro comercial. La de tu perrito, aquella en la que quisiste fotografiar la fantástica paella que hiciste en el campo junto a tu familia o esa tan graciosa en la que sales poniendo morritos. Cualquiera de tus fotos pueden ser impresas sin tu consentimiento a saber con qué intenciones.

Quizás no sea muy original pero mi pregunta no puede ser otra que: ¿Es esto legal? ¿Puede alguien entrar en mi perfil de Instagram sin necesidad de meter un nombre de usuario y contraseña a la luz de todo un centro comercial e imprimir mis propias fotos? Porque una cosa es que sepas que con tu perfil público cualquiera pueda ver tus fotos desde su móvil y otra bien distinta esto. Es que pensándolo ahora, pueden incluso dejar tu perfil abierto en la pantalla gigante y marcharse facilitando aún más que cualquiera pueda ver tus fotos con público incluido.

¿Cuándo se nos fue de las manos esto de las redes sociales? Probablemente desde que dimos el paso de compartir cualquier momento de nuestras vidas por muy insignificante que fuera. Para su tranquilidad les aclararé que solo ocurre con los perfiles públicos. Con los privados «el invento» no funciona. Así que ya se pueden imaginar: lo primero que hice fue cambiar mi privacidad: que me de igual que cualquiera desde su móvil pueda ver las fotos que voy poniendo no significa que me sea indiferente que mi vida se exponga en una pantalla gigante al más puro estilo «El show de Truman». Hay que joderse.

@ManoloDevesa