Por fin el edificio del Olivillo ha abierto sus puertas tras 30 años cerrado y abandonado a su suerte. Treinta años que se dice pronto. El tiempo en que se puede formar una familia, en que el mismisimo Martínez Ares triunfó, se fue, volvió y triunfó de nuevo. Treinta años que son mas de siete legislaturas. Treinta años en donde a Arrayan le dio tiempo a empezar y a terminar. Tres décadas en las que el Gobierno de Teofila Martinez llegó al Ayuntamiento por la puerta grande y se fue por la de atrás.
Un edificio que ha sido reformado gracias a la Inversión Territorial Integrada de la Junta de Andalucía con más de cuatro millones y medio de euros. Han tenido que pasar por el Gobierno andaluz seis presidentes, el ultimo de ellos del PP, para que su rehabilitacion se haya podido llevar a cabo.

Resulta curioso y hasta gracioso ver como ahora sacan pecho por la inauguración a sólo unas semanas de unas elecciones en las que todos se juegan mucho. Sacan pecho como si la reapertura del edificio, que ahora permitirá el desarrollo de empresas de áreas tecnológicas y de innovación y el asesoramiento a emprendedores y el apoyo a la investigación, se hubiese hecho en un pis pas.
Ni que decir tiene que agradecemos sinceramente que por fin el Olvillo haya vuelto a abrir ahora bajo una nueva actividad. Un edificio en ruina menos. Solo os queda meter mano al terreno donde estaba la Institución Provincial Gaditana, el de Radio Juventud en la Avenida, el del teatro Jose Maria Pemán, el que albergará el nuevo Puerta del Mar o sin ir más lejos la Escuela Náutica de Cádiz a solo unos metros del Olivillo, por decir unos pocos. Pero sin prisa ¿eh? Que como decía Gardel, 30 años no es nada.
@ManoloDevesa