Manual de supervivencia

Se acabó. Pedro Sánchez anunciaba esta semana elecciones generales el 28 de abril. Por fin la gente que tanto ha pedido elecciones durante estos últimos nueve meses habrán visto la luz al final del túnel. El rechazo por parte de los independentistas de los Presupuestos Generales ha sido decisivo para que Sánchez haya decidido convocarlas. Aunque esto lo diremos en voz baja para no dañar la sensibilidad de Pablo Casado que cree que han sido ellos con su manifestación en Colón quienes han propiciado eso: «Hemos conseguido tumbar al Gobierno, que tire la toalla» dijo nada más conocerse la convocatoria de elecciones. Supongo que es el pistoletazo de salida de la campaña del Partido Popular en tiempo récord.

Por cierto que hablando de campañas electorales, este 2019 nos enfrentaremos a cuatro: europeas, autonómicas, municipales y generales. Un maratón de mitines y promesas de las cuales más de la mitad quedarán tal y como el propio consejero de Economía en la Junta de Andalucía, Rogelio Velasco (Cs) ha dicho en torno a la de los 600.000 puestos de trabajo en Andalucía: “Es una forma de expresarse durante una campaña electoral« ha dicho ante el estupor de todos. Es la confirmación de lo que ha ido cargándose la imagen del político: su total falta de honestidad.

Por lo tanto nos quedan por delante varios meses que se van a reducir sobre todo a cuatro palabras: España, independencia, pactos y derecha. De ahí no los van a sacar. No van a buscar soluciones para mejorar el país al que tanto dicen que quieren y aman ni tampoco a respetarnos a nosotros como votantes. Se van a dedicar a lanzarse trastos a la cabeza, sacar trapos sucios a través de sus medios de comunicación afines y volvernos locos con encuestas y datos más manoseados que una pastilla de jabón. A incitar al odio, a dividirnos cada vez más. La maldita hemeroteca ya se frota las manos. Es una auténtica mina de oro para ellos lo que se avecina ahora.

Pero si durante la campaña son ellos los que se ríen de nosotros, luego nos tocará hacerlo a nosotros de ellos. Cuando veamos que los golpes de pecho y las acusaciones se las tienen que guardar en el mismo sitio que su dignidad. Cuando empiece la bajada de pantalones y no tengan más remedio que pactar con partidos que hasta hace unas semanas eran el demonio personificado.

Necesitamos un manual de supervivencia para aguantar lo que se nos avecina. Un manual que nos permita mantenernos fieles a nuestros ideales no dejándonos manipular por ninguno de los medios a los que accedemos cada día. Un manual de supervivencia que nos haga entender de una puñetera vez que nosotros y solo nosotros podemos cambiar el rumbo de las cosas si queremos. Para ello no hace falta violencia ni manifestaciones ni peleas. Todo lo contrario: unión y coherencia. Casi ná.

@ManoloDevesa

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