Esta noche concluirá la primera de las fases del COAC 2019, una fase que desde hace años acumula cada vez más críticas. Que si son demasiado largas, que si la calidad en general deja mucho que desear y que si la alta participación en la misma termina perjudicando el concurso. En ésto último al menos en LA AZOTEA lo tenemos claro: No.
La participación nunca es perjudicial para ningún concurso. Sí lo es en cambio, su calidad. Tener ilusión por pisar el Falla, por muy halagador que nos parezca, no puede convertirse en la única razón para participar más allá de una previa preparación y una calidad suficiente para ofrecer un espectáculo que a fin de cuentas paga muchísima gente.
¿Cuál es la fórmula entonces? Está claro que hay que trabajarla. Pero una clasificación a teatro cerrado y con un jurado entendido en la materia podría ser una. Se podría televisar y estoy seguro que nos daría momentos absolutamente gloriosos. Sobre todo si nos tomamos esto como lo que es: un concurso. Por supuesto que no se trata de convertir el COAC en un talent pero sí en una especie de cásting para ver quiénes están preparados para enfrentarse a un teatro con un público que no solo ha pagado una entrada si no que ha hecho largas colas para conseguirlas.
De esta manera, a nuestro Carnaval podría seguir presentándose todo el que quiera y tener su minuto de gloria pero pasando antes por una pequeña criba que evite espectáculos bochornosos tanto para el público como para ellos mismos. Porque si el número de agrupaciones continúa aumentando llegará el día que haya que empezar las clasificatorias el día del sorteo de Navidad. Aunque en esto también hay una solución nada difícil: volver a las sesiones de tarde y noche.
@ManoloDevesa