¡Que dura y grande es la vida a la vez! Es dura cuando somos testigos de sucesos como el que ha tenido en vilo a España entera durante estos angustiosos trece dias. El caso de Julen, el pequeño de dos años que caía a un pozo en Totalán (Málaga) el domingo 13 de enero, ha encogido el corazón de todo un país que pronto empatizó con sus padres hasta el punto de sentirlo como parte de tu propia familia. Aunque a medida que pasaba el tiempo se iba perdiendo la esperanza de rescatarlo con vida, quedaba el consuelo de encontrar su cuerpo y guardar el duelo de la marcha ante él.

Anoche tras trece eternos días y en torno a las 1.25 de la madrugada, el pequeño era hallado muerto en medio de una gran expectación a setenta y un metros de profundidad. Se acababa así con una agonía que los medios de comunicación han cubierto prácticamente desde el primer día.

La vida es dura cuando uno tiene la desgracia de toparse con casos como estos pero es grande cuando descubre a profesionales de la talla de los ocho mineros que se han entregado a la causa como autenticos jabatos perforando manualmente el duro terreno mañana, tarde y noche. Realizando un duro pero a la vez delicado trabajo a sabiendas de que el final era el que era.

La vida nos sorprende en el momento que menos esperamos. Asestándonos a veces inexplicables golpes mortales o poniéndonos frente a nosotros a personas tan valientes y maravillosas como todas las personas que han dado la vida por el pequeño.

Ahora es la hora del respeto. Respeto a unos padres a los que les toca asumir algo tan terrible como la muerte de un hijo. Respetar su intimidad y su pena ya sin el foco mediatico sobre ellos. Sólo nos queda una esperanza más: confirmar que Julen pereciese en el acto tras el golpe de la caída para que al menos se haya ahorrado todo el sufrimiento posterior.

Y, me van a permitir, encontrar una respuesta adecuada que nos convenza y que nos explique qué daño ha podido hacer un niño de solo dos años para que este haya sido su terrible final. A ver si aquellos que tanto creéis en Dios nos lo podéis explicar. DEP

@ManoloDevesa