Hay ambiente por las calles. La lluvia ha dado una pequeña tregua y eso, quieras o no, se nota. Si te metes en la perfumería PRIMOR por ejemplo, parece que estás a 22 o 23 de diciembre. Lo mismo ocurre en ZARA y en otros conocidos establecimientos de la ciudad. Grandes descuentos que van del 10 al 50% provocan las enormes colas en la fiebre del Black Friday que ya apenas nadie se resiste. Ni siquiera algunos puestos de la plaza de abastos del casco antiguo, que se agarran a la fuerza mediática de este día para aplicar a sus productos muchas de las ofertas que ofrecen en un día normal. Pero el público pica y parece responder.
En realidad es pan para hoy y hambre para mañana porque todo lo que se compre hoy se compra de menos durante las fiestas. Se ha comprobado otros años. Hay comercios contrarios a esta moda llegada a nuestros país hace algunos años precisamente por el escaso margen de beneficios que deja el famoso viernes negro. Aunque también es cierto que la cartera no entiende ni de Black Friday ni puñetas y la paga de navidad llega en diciembre digan los americanos lo que digan. Hasta entonces, muchos gaditanos no podrán comprar grandes cosas por muchos descuentos que ofrezcan y muy negro que el viernes se ponga.



@ManoloDevesa