Cuenta la leyenda que en cuestión de proyectos para la ciudad, las diferentes fuerzas políticas entran en bucle cada cierto tiempo. Tiempo que, váyase usted a saber por qué, es cercano a las elecciones.
Cuando no es el tema del desempleo, es el del Museo del Carnaval y cuando no es el de los Astilleros es del edificio de Puerto América. El caso es que Cádiz sigue con una tasa de desempleo lamentable, sin Museo del Carnaval, con los huevos de corbetas cuando hablamos de los Astilleros y con un edificio abandonado en Puerto América desde hace treinta años…
Hace unas horas hemos sabido que el famoso edificio Ciudad del Mar se convertirá finalmente en un hotel. El más grande de la ciudad que contará con hasta 250 habitaciones y será la mar de modernísimo.
Sin embargo, no es ni mucho menos la primera vez que este proyecto se plantea acabando como el rosario de la aurora por cuestiones meramente políticas. Corría el año 1988 cuando en la prensa de por entonces un titular nos llamaba poderosamente la atención: «El hotel flotante en la Punta de San Felipe, cuenta con el apoyo municipal«.

«Diooooo, un hotel flotante. Que bueno picha. A ver si da trabajo a los gaditanos de una vez ya caraho«. La noticia es recibida con alegría. Carlos Díaz, por entonces alcalde de la ciudad, decide apoyar esta iniciativa. El «Lady Cádiz», nombre con el que se bautizará al hotel abrirá sus puertas en 1.991 y promete ser todo un pelotazo. Contará con 116 habitaciones, seis de ellas lujosas suites, dos piscinas, una de ellas con agua caliente y una planta dedicada a las reuniones de trabajo cuyas paredes serán de cristal…
Nada más lejos de la realidad y a pesar de comenzar a construirse el edificio, el proyecto queda abandonado por cuestiones burocráticas. Eso sí, durante los Campeonatos del Mundo de Vela en 1992, se hace uso de lo construido. Aquello, como suele pasar en esta bendita ciudad, se va olvidando entre declaraciones de unos y otros con el único objetivo de ir escurriendo el bulto…
Llegada Teófila Martínez al Ayuntamiento y durante sus veinte años en él, los intentos por levantar el dichoso proyecto son tan numerosos como fallidos. Que si un centro de alto rendimiento, que si un edificio para el aparcamiento, que si Teófila ofrece incluso la mitad del edificio a la Junta… Llegamos a 2010, año en el que parece que Ayuntamiento, Autoridad Portuaria y Junta de Andalucía acuerdan rehabilitar el famoso edificio. Los gaditanos se vuelven a ilusionar con un proyecto que reordenará toda la zona y la conectará a la vida de la ciudad mediante el transporte público. «Que bueno picha. A ver si da trabajo a los gaditanos de una puñetera vez, caraho» vuelven a decir.
Pero las relaciones entre la Junta de Andalucía y la alcaldesa son del todo imposibles y el proyecto queda de nuevo en aguas de borraja. Dos años después, en 2012 se produce el enésimo intento: el Grupo Santa Clara Quality propone abrir allí una residencia de ancianos. «Que bueno picha. Al final se van a creer que somos tontos y nos lo vamos a tragar«. El escepticismo de los gaditanos es más que evidente y de hecho la propia Ley de Puertos y la falta de entendimiento entre las administraciones provocan que el proyecto fracase de nuevo.
Ayer, en plena campaña electoral para las elecciones autonómicas y prácticamente preelectorales para las municipales, se informaba de que finalmente el hotel soñado, presentado y mil veces rechazado se hará finalmente realidad gracias, eso sí, a la intervención del sector privado.
El alcalde, José María González, ha afirmado que hará todo lo posible por no demorar más los trámites de un proyecto que parece ser que más de treinta años después saldrá adelante. Un proyecto que generará más de 130 puestos de trabajos, que urbanizará la zona y que pasará a formar parte del resto de la ciudad dejando atrás su lamentable abandono.
Sin embargo, no será hasta el verano de 2021 cuando Cádiz pueda verlo hecho realidad. Quedan tres largos años por delante. Cualquier cosa puede pasar. Llámenme desconfiado si quieren…
@ManoloDevesa