Borja fue claro: «Voy a Cádiz unos días. Tienes que decirme donde puedo comer y cenar por allí«. Así que me dispuse a ello con el objetivo de que también conociese lo mejor de nuestra ciudad. Diez sitios gaditanos donde ir a comer, cenar o tomar copas tiene además el aliciente del encanto donde se hace.
Si lo que se quiere es a la vez de cenar conocer al Cádiz más castizo, ese lugar es la calle de la Palma. Ubicada en el corazón del barrio de la Viña y plagada de terrazas, uno puede degustar tesoros tan deliciosos como la caballa con piriñaca, el choco a la plancha o el pulpo. Productos que pasan del mar al plato directamente. Descubrirá el Cádiz más de andar por casa, el que le saca una sonrisa sin pretenderlo…

Otro lugar donde descubrir el Cádiz más auténtico es la plaza del Tío de la Tiza, un lugar con un encanto especial debido a la familiaridad y peculiaridad del mismo. En la Taberna del Tío de la Tiza podrá descubrir la gastronomía más gaditana. Su ambiente es parecido al de la calle de la Palma. De hecho están cerca el uno del otro.

Otro lugar donde poder tapear es el rincón gastronómico del Mercado Central en la plaza de la Libertad. Un tumulto de ofertas donde puedes encontrarte desde puestos especializados en papatas asadas o pollo a comida italiana, carnes, creperías o los productos más típicos de la tierra como los famosos chicharrones. Todo en un ambiente amable y distendido. Se puede tanto almorzar como cenar. La opción de tomar una copa también está.

¿Se imagina tomar una copa, comer o tapear ante una de las más espectaculares imágenes de nuestra ciudad? En Mares Restaurante es posible. Situado en la playa de Santa María del Mar, puede presumir de ser uno de los más bellos de Cádiz. El local responde al formato de «multibar» ya que se adapta tanto a las tapas, el almuerzo o la cena como a las copas.

Otro de los rincones gastronómicos del casco antiguo de la ciudad es el de la calle Plocia. Cerca del Ayuntamiento de Cádiz y del Palacio de Congresos, en ella podemos encontrar desde pizzerías clásicas como «La Bella Italia» a restaurantes como el Aljibe de Pablo Grosso o el Atxuri, especializado en comida vasca.

Nuestra principal riqueza la tenemos en el mar. Por eso no es de extrañar que nuestras principales apuestas sean de ahí mismo; el mejor marisco, el pescaito frito más delicioso como el cazón en abodo, los choquitos fritos o la merluza y las famosísimas tortillas de camarones la podemos tomar en uno de los freidores más conocidos de Cádiz: Las Flores. Lo podemos encontrar en dos sitios: la plaza Topete en el casco antiguo y en la calle Brasil, en las inmediaciones del Paseo Marítimo.

Hace solo unos días y en pleno Paseo marítimo, se inauguraba el Musalima, un nuevo concepto de restaurante que se transforma luego en un lugar de copas. Basado en la “gastronomía Nikkei”, mezcla peruana-japonesa, los ceviches forman gran parte de su extensa carta. Aunque también ofrece carnes y pescados a la parrilla, salteados al estilo oriental (wooks) y frituras originales

Los chiringuitos son otro de los lugares donde si viene en verano a Cádiz no puede dejar de visitar. En el Marimba o el Bebo los Vientos podrá no solo comer en plena playa si no tomarse los cóckteles que usted quiera bajo la luz de la luna y el sonido del mar de fondo. Una sensación de libertad y relax impagables. En la Caleta está la Quilla, que aunque no está en plena playa, se ha convertido en todo un icono del lugar.

Otro de los lugares donde se puede comer fantásticamente es en El Lucero del Muelle, un bar de los de toda la vida que se ha sabido adaptar a los tiempos. En su día al Bar Lucero, como se le conocía antiguamente, acudían los trabajadores del muelle de Cádiz. Hoy es un restaurante que ofrece un muy buen servicio acompañado de platos tan ricos como los churros de gallo, las patatas bravas, la hamburguesa de rabo de toro o el flamenquin gaditano con cremoso de parmesano.

La barra del Balandro se llena prácticamente cada día para almorzar y cenar. No es para menos. Pueden presumir de tener siempre colas de clientes deseosos de probar sus suculentos platos. En plena Alameda Apodaca y muy cerca del mar, este restaurante puede estar considerado de lo mejorcito de la ciudad. Eso sí, entre la barra y la mesa hay una considerada diferencia en cuanto a precio; la barra mucho más económica. Y se come igual de bien!

Les he dicho solo diez. Pero la lista puede ser interminable. Visite si puede «Casa Manteca» y pruebe sus chicharrones, «El Faro», «El Viajero de Cádiz», «El Ventorrillo El Chato», la «Tapería Columela» donde hay largas colas de personas esperando. Por algo será… Pasee, observe y disfrute. Cádiz siempre está dispuesta a recibir a todo el que la visita!
@ManoloDevesa