En un alarde de gran imaginación y originalidad durante un reportaje en las noticias de Cuatro, a los redactores de los servicios informativos del segundo canal de Mediaset no se les ha ocurrido otra cosa sino poner en auge de nuevo uno de los grandes tópicos andaluces: la siesta, aprovechando la llegada de la Selección Española a Sevilla. Por lo visto debe ser que sólo en el sur de España se descansa después de almorzar. El titular del reportaje decía: «El calor de Sevilla con la selección» al que le acompañaba un subtítulo en el que rezaba: «La siesta se cambia por la televisión».

Si hiciésemos caso a los numerosos tópicos que circulan sobre las diferentes comunidades, daría miedo pasar por Madrid por la chulería de sus ciudadanos. A los vascos ni siquiera le extenderíamos el brazo no vaya a ser que nos lesionase una mano con lo brutísimos que son. Si pisásemos Galicia, lo haríamos con el firme propósito de darles la razón en todo porque discutir con un gallego es hacerlo con la pared y por supuesto que viajar a Barcelona sería hacerlo a una comunidad deshumanizada que odia a los españoles.

 

En Andalucía se madruga como en cualquier otra comunidad, se trabaja de sol a sol y es la comunidad, según un estudio de la empresa de trabajo temporal Ramstad, que menos absentismo laboral tiene. Pero la filosofía de vida es probablemente muy diferente a la del resto. Perdón por trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Aunque eso muchos de los andaluces que trabajan de sol a sol en el campo no sepan, por desgracia, qué es.

No sé si saben que disfrutar o descansar son compatibles con el trabajo. No pensarán que la siesta nos la echamos en el lugar del trabajo o que en la semana de Feria en Sevilla o de carnavales en Cádiz, por poner un ejemplo, la gente deja sus puestos para tirarse a la calle ¿verdad? Lo que ocurre es que tenemos la extraordinaria habilidad de administrarnos el tiempo de manera impecable. Perdón también por eso. Por el clima que tenemos y porque nuestras fiestas acojan cada vez a más visitantes. Por tomarnos los problemas de la vida con nuestra mejor arma: nuestro carácter. Un carácter, por cierto, gracias al cuál uno no termina mandando a «ya saben donde» a todo el que piense que la vida del andaluz se reduce a fiestas y cama.

@ManoloDevesa