Pedro Sánchez ya es Presidente del Gobierno. Este sábado juraba su cargo y lo hacía por primera vez sin la presencia del clásico crucifijo y Biblia, símbolos cristianos que hasta el 2014 eran obligatorios a la hora de jurar un cargo. La Casa Real cambiaba el protocolo y, de esta manera, permitía la opción de poder prescindir de ellos garantizando así la libertad religiosa que decreta la Constitución. Así que como ya hiciera en su día nuestro alcalde José María González, el ya Presidente del Gobierno decidía jurar su cargo sin la Biblia y el crucifijo, causando un revuelo en las redes sociales pero dando un paso adelante en la libertad religiosa de las personas.
Más allá de la anécdota de su juramento, lo que se le viene a Pedro Sánchez desde hoy mismo no es moco de pavo. El hecho de que su moción de censura haya sido la primera en la historia de la democracia de nuestro país en prosperar lo enfrenta a quiénes ven en esta petición constitucional poco más que una traición. Un desesperado intento por llegar, sin embargo, a donde todo candidato a la Presidencia quiere: la Moncloa.
Tras la negativa de elecciones anticipadas o dimisión por parte de Mariano Rajoy tras la sentencia del Caso Gürtel, era Albert Rivera quien daba por acabado su acuerdo de legislatura. Por lo que Pedro Sánchez era el primero en mover ficha y aunque prácticamente nadie daba un duro porque su moción prosperara, finalmente sí lo hacía y se convertía en el séptimo presidente del Gobierno de España.
Un Gobierno que va a enfrentarse primeramente a un Partido Popular cuya oposición adivinamos será bronca, a la indignación de una parte del país que pide insistentemente elecciones, un Gobierno formado por un tumulto de partidos con sus respectivos intereses y todo lo que ello conlleva, con la alargada sombra de ZP en la memoria y el juicio de los ERES a la vuelta de la esquina y con un Presidente que hasta hace bien poco era objeto de burlas entre los propios medios de comunicación tras su enfrentamiento con el PSOE y su posterior dimisión como Secretario General.
Si Ciudadanos hubiese apoyado a Sánchez, no hubiese hecho falta ningún apoyo por parte de los independentistas.
Sin embargo, fue precisamente el PSOE ya capitaneado de nuevo por Sánchez quien hizo posible el Gobierno de Mariano Rajoy con su abstención que no le valió pocas críticas y fue también el propio Pedro quien apoyó al Gobierno de Rajoy en la aplicación del no menos polémico artículo 155 en plena crisis catalana. Ahora Pedro se prepara para formar un Gobierno gracias, entre otros, a los partidos independentistas. Lo que lo pone directamente en el ojo del huracán y centro de numerosísimas críticas. Entre ellas las de Albert Rivera a pesar de ser los de la formación naranja los principales responsables de ellos. Si Ciudadanos hubiese apoyado a Sánchez, no hubiese hecho falta ningún apoyo por parte de los independentistas. Pero la estrategia de Rivera y su ansiada convocatoria de elecciones, a sabiendas de lo bien que se le presentaban, ha prevalecido sobre el bien de España.
A pesar de la insistencia de Podemos, parece que los de la formación morada no estarán entre el Ejecutivo.
En cuanto a quiénes formarán el nuevo Gobierno y a pesar de la insistencia de Podemos, parece que los de la formación morada no estarán entre el Ejecutivo. Sánchez deberá demostrar ahora su habilidad para mantener el acuerdo con todos los que lo han apoyado en la moción sin que ello signifique venderse a la primera de cambio y gobernar con la desconfianza que una importante mayoría del país tienen en él. La convocatoria de elecciones será, al igual que le ha pasado en los últimos tiempos a Mariano Rajoy, la petición que más lo va a perseguir durante el tiempo que dure su mandato. Con Rajoy no hubo suerte y su negativa ha desembocado en esta extraña situación que tanto inquieta a los españoles.
Sin embargo y tras este movimiento de ficha que ha llevado a Sánchez a la Moncloa, una convocatoria a las urnas por su parte lo beneficiaría más que si continúa en el Gobierno hasta el final de la actual legislatura. Con el PP sumido en una profunda crisis, con Podemos relegado en un tercer o cuarto puesto según las últimas encuestas y con el torpe movimiento de Ciudadanos, Sánchez podría verse beneficiado. Aunque en este país y en cuestión de votos, el resultado puede ser cualquier cosa…
@ManoloDevesa