Si hay un regalo que en el día de hoy se repetirá hasta la saciedad son las flores. En forma de atractivos ramos, de graciosas macetas o de inocentes rosas individuales, las madres recibirán durante este domingo una atención especial. Ya saben, las consecuencias del consumismo…

Los puestos de la plaza de las Flores hacen su particular agosto. Pero no se equivoquen: como todo en la vida, es a base de esfuerzo y trabajo. Desde hace unos años, la campaña del Día de la Madre ha propiciado, debido a la delicada elaboración de ramos y demás formas florales, que los puestos se queden abierto durante toda la noche previa al primer domingo de mayo.

El trabajo es intenso. Abren el sábado por la mañana y permanecen abiertos hasta el domingo por la tarde. «Llevamos haciéndolo unos años porque es un trabajo muy entretenido» dice una de las chicas encargadas de atender al público.
Entre los clientes hay de todo: desde el más tempranero al terrible indeciso. Del más delicadito al que se cuela a última hora. Cada ramo encierra una historia. Apasionantes, emotivas o duras. Pero el mensaje de las flores en este día es casi unánime: sirve para decir «Te quiero». Algo que deberíamos repetir más a menudo independientemente del día que marque el calendario.
@ManoloDevesa