Se acabó. Me bajo de la vida que dice «la vecina rubia». Los escándalos políticos que se descubren casi a diario en nuestro país son desde luego, no digo ya para hacerse apolítico, si no para directamente estar en contra de todo lo que huela a política. Una auténtica locura que hasta al españolito de a pie, que yo creía que había asimilado la corrupción como algo normal en la política, le cuesta asumir.
La noticia del falso Máster de Cristina Cifuentes abrió la caja de los truenos con más políticos que, viendo el percal, se apresuraron a aclarar varios puntos de su currículum. Así, a Cifuentes le sucedieron la socialista Estela Goikoetxea, la actual alcaldesa por el PP de Santander, Gema Igual o la alcaldesa de Jerez Mamen Sánchez quien admitió «errores sin mala fe» en su CV. Esto entre otros muchos que si los nombramos, saldría una lista más larga que la de la compra del mes…
El último gran caso que ha vuelto a poner esta mañana a Cristina Cifuentes en el ojo del huracán no es su comentado «no master» si no el polémico vídeo que publica hoy el periódico OKDIARIO, y donde se ve como es cazada en 2011 tras llevarse – ella dice que involuntariamente – cremas en el hipermercado Eroski del Puente de Vallecas cuando ya era la número dos de la Asamblea de Madrid.
Imaginen el escándalo armado para que la ya ex presidenta de la Comunidad de Madrid haya tenido que dimitir. Sin embargo en su cuenta de twitter, la prepotencia que tanto daño ha hecho y sigue haciendo a la clase política en general no la ha dejado pedir perdón y ha preferido tirar un dardo a la izquierda, según ella, radical: «He renunciado a la Presidencia de la @ComunidadMadrid porque la izquierda radical no puede gobernar Madrid en contra de la voluntad que los ciudadanos expresaron en las urnas. No podemos permitir que destruyan el gran proyecto que iniciamos hace tres años».
Es triste que la capacidad para sorprenderse de los españoles se haya acabado a golpe de escándalo.
Es decir, que a Cifuentes la pillan con el carrito del helao en dos ocasiones y en menos de dos semanas pero ella no dimite por esto si no por el bien de la Comunidad que hasta esta mañana ha gobernado para salvarla según dice ella de la izquierda radical.
Es triste que la capacidad para sorprenderse de los españoles se haya acabado a golpe de escándalo. Es triste comprobar como por las redes sociales ya circulan tropecientos mil memes sobre un tema al que no se le da la importancia que realmente tiene. Porque si es esto lo que ha salido a la luz, a saber qué más cosas estarán más que atadas para que nunca salgan.
Se queja la señora Cifuentes de una campaña de acoso y derribo y de una izquierda a la que se empeña en tachar como radical. No seré yo quien la desdiga. Pero lo que en realidad debería hacer es pensar que solo ellos, los partidos más tradicionales, han sido los principales responsables de que esos partidos nuevos, que tantos dolores de cabeza les provocan ahora, surgiesen tras dejar en los ciudadanos un enorme pozo de desilusión, frustración y desconfianza.
@ManoloDevesa