El cielo del Lunes Santo había tomado un color azul como hace tiempo que no veíamos tras una veintena de días seguidos lloviendo. Atrás quedaban los malos augurios y Cádiz se preparaba para una jornada más tranquila.
çSin los nervios de la nueva Carrera Oficial que parecía asentarse un poco más y con un clima que recordó a los mejores Lunes Santos de antaño. Aquellos en que de día le sobraba a uno todo pero de noche mataba por una bufandita…








NOTA: Ampliaremos artículo
@ManoloDevesa