Anda medio Cádiz revolucionado casi una semana después del desastre que ha supuesto para nuestras playas la aparición de la borrasca Emma con lo que ha dejado al descubierto el terrible temporal en nuestras playas.

Restos de hace muchísimos años que uno no tenía ni idea. La borrasca Emma no ha hecho si no – espero – abrirnos los ojos ante lo que uno ya suponía que podía pasar pero que como todo, decidió hacer la vista gorda. El temporal no solo ha dejado con el culo al aire a las administraciones públicas que de nuevo – y ya he perdido la cuenta – llegan tarde a las reclamaciones por parte del gobierno de esta ciudad sino que ha dejado al descubierto nuestras propias miserias.

No hablo del descubrimiento de esa calzada romana que ha aparecido en Cortadura y que según algunas fuentes datan del siglo XVIII. La carretera, que reaparecía tras un temporal o tsunami en 1731, no será por cierto objeto de actuación por parte de Patrimonio según ha confirmado la Delegación Provincial de Cultura.

Me refiero a esos otros descubrimientos que han tenido lugar también en estos días y que han sacado los colores a más de un@ por el comportamiento ruin y cruel en los meses de verano. ¿Cuánto tarda en degradarse una simple bolsa de plástico cuando la tiramos al mar? ¿Y la habitual botella de agua, los cubiertos o el tabaco? Pues por responder a algunas de las más impactantes os diré que los cigarros pueden tardar hasta cinco años. Pero en el caso de la bolsa de plástico, la respuesta es mucho más dramática: unos 500 años es lo que según algunos estudios dicen que tarda en degradarse.

¿Se han preguntado la de cigarros y bolsas que vemos a diario en las playas durante el verano?. La vemos con esa indiferencia que nos terminará matando. Indiferencia ante todo: la corrupción, el medio ambiente, la deshumanización… Lo que ha hecho la borrasca Emma es sencillamente devolvernos lo que es nuestro.  El mar ha vomitado y ha puesto en su sitio a muchos de los que creían que aquello del medio ambiente era un cuento chino…

Por eso en estos días hemos visto botellas de plástico, infinidad de cigarros y bolsas de paquetes de pipas que perfectamente podían tener quince años. Imágenes que han rulado por las redes sociales con la sorpresa por bandera y un solidario texto más encaminado a captar cuantos más «Me gusta» mejor que para conseguir la tan necesitada reflexión.

Desgraciadamente cuando pase el tiempo y la borrasca Emma se convierta solo en una historia más para contar de nuestra pequeña ciudad, cuando llegue el verano y nos enfundemos el bañador y las chanclas, nos habremos olvidado de las imágenes que un día muy sentidamente compartimos y volveremos a cometer de nuevo los mismos errores.

@ManoloDevesa  / Fotos conseguidas en Facebook