Más tranquilo de lo habitual quizás por el frío y la lluvia caída a mediodía, el lunes de Carnaval sigue siendo de los coros y las ilegales que recorren los rinconcitos más recónditos de nuestra ciudad.

Aunque desde hace unos años, el lunes es el día elegido para que dos comparsas queden con sus seguidores para una cita que promete convertirse en toda una tradición. Las escalerillas del Falla esperaban a las cinco de la tarde al Perro Andalú de Martínez Ares. Por eso a las cuatro de la tarde ya estaba la plaza Fragela a rebosar. El que llegaba a y media ya lo hacía tarde. Llevan haciéndolo tres años. Desde la vuelta de Don Antonio…

Por su parte, la comparsa de Juan Carlos Aragón cita a todo el que quiera a las seis y media de la tarde en la estatuta de Moret. Antes han pasado por Mina, otra tradición. Un buen montón de gente los espera con bastante antelación en los escalones de Segismundo.

Sin embargo y a pesar de que las comparsas parecen querer hacer de este día el suyo, el lunes sigue siendo el más cómodo para ver los coros en la plaza. Mina acoge a la antología de Lucía Pardo o al coro de Luis Rivero entre otros. La calle Ancha como el Palillero se hacen más llevaderos para ver ilegales y algún que otro coro. Kike Remolino aguarda por los alrededores del Oratorio de San Felipe y El Gago lo hace en la mismísima puerta de la Iglesia Rosario.

El lunes va consumiendo las horas para dar paso a los diferentes tablaos: los de San Agustin, San Francisco, La Viña o Candelaria. Serán ellos los que animarán el resto de la semana; los concursos de la calle, aquellos que se hacen ante un público que ya corea las coplas y la agrupación se quita el encorsetamiento del concurso oficial.

 @ManoloDevesa