CARRANZA si, CARRANZA no

Ya tiene Cádiz tema para una buena temporada. Cuando digo Cádiz incluyo también a los políticos que a buen seguro intervendrán para tirarse los trastos a la cabeza en el próximo Pleno municipal a una decisión que comparten tanto el equipo de Gobierno como el PSOE. Radio Cádiz informaba esta misma mañana que el Ayuntamiento está decidido a retirar el nombre a la avenida Ramón de Carranza para rebautizarla como Avenida 4 de diciembre. Sin embargo no sabemos qué ocurrirá con el Puente Carranza o con el famoso estadio de fútbol…

«Cómo no hay problemas en Cádiz» escucho desde varios rincones de la ciudad. Que conste que tienen razón pero la medida no hace si no cumplir la Ley de Memoria Histórica, que requiere eliminar de los espacios públicos los nombres o símbolos vinculados con las dictaduras de Primo de Rivera y de Francisco Franco. Ya saben, esa manía de algunos de que querer cumplir las leyes…

Ramón de Carranza fue alcalde de la ciudad de Cádiz entre 1927 y 1931. No lo eligió nadie. Fue una imposición durante la dictadura de Primo de Rivera hasta la proclamación de la República. Cuando el levantamiento en Cádiz del 18 de julio de 1936, Carranza llegó, dicen con su avioneta desde Sevilla, para hacerse de nuevo con el cargo.

Los años en que Carranza mandó aquí se saldaron con varias obras que, sin duda, transformaron la ciudad: la plaza de Toros, el edificio del cine Municipal en la Plaza del Palillero, el hotel Atlántico y el comienzo de las obras de lo que hoy conocemos como el Hotel Playa Victoria. Sin embargo la documentación a la que ha tenido acceso Radio Cádiz nos pone al tanto de una serie de hechos que harían caer la imagen que se tiene del que fuera alcalde de ésta ciudad.

Según documentos existentes, Ramón de Carranza habría sido responsable, por ejemplo, de remitir al “Consejo de Guerra permanente” la identidad de personas a las que se les acusaba de pertenecer a sindicatos. Incluso, añade Radio Cádiz que, el por entonces alcalde llegó a denunciar a vecinos de La Laguna por los rumores que apuntaban de que allí se celebraban durante las noches y madrugadas reuniones clandestinas. Las firmas del ex alcalde datan de 1936 y 1937 tras su «triunfal» vuelta al Ayuntamiento.

Aunque hoy les hable como otras veces desde mi tribuna y tenga toda la libertad para opinar de este espinoso tema, simplemente les lanzaré una pregunta clara tras saber todo lo que hoy se ha puesto sobre la mesa: ¿merece honores, una avenida, una calle o un homenaje alguien que, segun estos documentos y por sus ideales, no dudó en traicionar a sus propios vecinos? Más allá de que nos haga más o menos gracia, o de que haya mas problemas en la ciudad, de lo que hablamos no deja de ser una realidad de esta ciudad. La de un alcalde de unos vecinos a los que no habría dudado en denunciar por cuestiones ideológicas.

El nuevo nombre que tendrá la avenida, si esta decisión finalmente se lleva a cabo, será «Avenida 4 de diciembre» en homenaje a la multitudinaria y trascendental manifestación que tuvo lugar hará este año cuatro décadas en las calles de Andalucía para conseguir la ansiada autonomía andaluza y que se saldó con la muerte a tiros del joven Manuel José García Caparrós.

En relación al nuevo nombre, ya los más cachondos apuntan a que también un cuatro de diciembre pero de 1892 nacía otro histórico personaje: ni más ni menos que Francisco Franco. Ya es mala suerte, coño…

@ManoloDevesa

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