«¡Mamás, niños!» reclamaba la publicidad de Tulipan que el periódico de cabecera ponía a toda página. Los padres, por lo visto, no estaban invitados. La garganta del Tulipán llegaba a Cádiz en medio de una gran expectación. Pero ¿qué era esa garganta y por qué debían ir los niños y las mamás?

Pues la atracción en concreto no era sino la excusa para que Tulipán, la famosa marca de mantequilla se publicitase. Lo hacía a través de un tobogán con el que captar la atención de los más pequeños. La famosa marca había viajado a distintos puntos de España llegando a Cádiz para alegría de muchos.

La rampa tobogán llegaba por navidades para instalarse en diversas calles y plazas de la ciudad con un único propósito; publicitarse. Aunque para eso tuviera que regalar, como bien anunciaba la publicidad, una pastilla del rico producto para desayunos y meriendas. Es ahí donde se supone que entraban las madres.

Mientras que los niños subían y bajaban por el famoso tobogán, las madres corrían a hacerse con una pastilla de Tulipán totalmente GRATIS. Aunque para eso, digo yo, que los padres también hubiesen servido…

@ManoloDevesa