Las primeras familias en comer en la playa durante la celebración de las barbacoas no podían creer que con su gesto crearían tendencia y toda una tradición que acabaría atrayendo a cientos de miles de personas cada sábado del Trofeo Carranza.
¿Cuándo comenzaba esta tradición? Algunos hablan de los años 60, años en los que los conciertos en la playa, allá por finales de agosto y donde prácticamente se despedía el verano, invitaban a los gaditanos a quedarse allí a cenar. Sin embargo otros afirman que los años 80 son cruciales para esta peculiar fiesta. A mediados se comienza a hablar de barbacoas aunque es en la década de los 90 cuando se hace tradición. Lo que sí es cierto es que los años dorados son casi a finales de los 90.
La cifra de visitantes sube considerablemente cada año. La iluminación de la playa suma un atractivo más aunque está a punto de volverse en nuestra contra. Porque cuando menos nos lo esperamos y en medio del reto del Ayuntamiento de Teófila Martínez para incluir la fiesta en los Guinness World Records, nos colamos en la friolera de 100.000 personas que pronto suben a 150.000 que se convierten en 300.000 en poco tiempo. Los ciudadanos llenan la playa de tresillos y mobiliario con el objetivo por una parte de estar cómodos y por otra de deshacerse de ellos.
La instalación en la playa se convierte cada vez más en una pesadilla para muchos. Porque se acotan zonas desde temprano para familias enteras dificultando su acceso a ella. La gente ya se van a almorzar a la playa para coger sitio. Lo que hace que el que llega después del Trofeo no tenga prácticamente lugar donde instalarse.
El Ayuntamiento observa como las barbacoas comienzan a ser un problema más que un orgullo como el del Guiness: la basura llega a cifras tan horrorosas como 140.000 kilos dejando las playas en un estado lamentable. Se anuncian prohibiciones como las de encender el fuego en la arena y multas para el que no recoja la basura. La Guardia Civil se suma al evento intentando poner orden y Costas hace su aparición con el propósito de parar la locura en la que se ha convertido.
A partir de 2006, las diferentes administraciones comienzan a poner los puntos sobre la íes acotando partes de la playa para que el daño sea menor y se prohíbe el carbón, algo indispensable en una barbacoa. Esta medida lo único que hace es convertirla en una bebecoa donde el alcohol aumenta su presencia y las familias la disminuyen. Las medidas que se van poniendo cada año no hace si no aburrir a la gente que poco a poco va dejando de asistir a ella.
Su prohibición es un secreto a voces pero nadie se atreve a hacerlo. Hay muchos votos en juego… Cuando Teófila pierde la alcaldía en 2015 y es relevada por José María González, el nuevo alcalde promete volver a recuperar el sentido original de las barbacoas pero lo cierto es que solo un año después se decide a prohibirlas tras no verle solución alguna.
Esta noche Cádiz vivirá su primer sábado de Trofeo Carranza después de muchas décadas sin barbacoas. Lo hará con el carnaval por bandera con una batalla de coplas que ocuparán el Paseo Marítimo a lo largo de cuatro escenarios donde irán rulando los diferentes grupos carnavalescos. Coros, chirigotas, comparsas y cuartetos darán un nuevo aire a una fiesta que este año afronta un cambio importante. A ver como funciona…

@ManoloDevesa / Fotos: El Confidencial