Comer garbanzos con acelgas es viajar en el tiempo y vivir de nuevo con mis padres. Probablemente a ellos le ocurra lo mismo porque sin duda este suculento plato forma parte de esa gastronomía de supervivencia. De toda la vida, vamos. Y es también una de esas recetas de Cuaresma. Aquella que te prohibía comer carne. Ains, cosas de la Iglesia… No me había atrevido a hacerla pero de repente un día, marqué el teléfono de mi madre y ella misma me dio la receta.
Ingredientes (Para 4 personas)
- Dos botes de garbanzos
- Dos bolsas de acelgas
- Dos dientes de ajo
- 1 hoja de Laurel
- Comino
- Pimentón dulce
- 125 mililitros de aceite Virgen Extra
- 1 rebanada de Pan
- 1 cebolla.
Manos a la obra:
Si algo bueno tiene la cocina es la capacidad de adaptación al gusto personal. Yo opto siempre por los garbanzos de bote. Pero evidentemente también se puede hacer con garbanzos crudos. Para eso, debemos dejarlo en remojo 24 horas. Luego se pondrá en una olla express con una hoja de laurel, una cabeza de ajos y la sal. Se cubrirá de agua y se dejará unos 40 minutos.
Pero como yo opté por los de bote, me bastó agregarlos cuando vi que las acelgas ya estaban tiernas. Para eso, en una cacerola cocí las acelgas partidas en trozos con un poco de sal. Cuando vi que estaban tiernas, le agregué los dos botes de garbanzos.
El siguiente paso es hacer el sofrito. Para ello, pondremos en una sartén el aceite picándole cebolla y dos dientes de ajo. Cuando vi que estaban tiernos le añadí una rebanada de pan. Lo idóneo es del típico de campo pero si no tienes otro, da igual. Lo dejaremos al fuego unos minutos más y lo apartamos añadiéndole abundante comino y pimentón dulce. Según dicen el comino alivia los efectos de los garbanzos. Ya sabéis… Agregaremos un poco de agua de las acelgas y garbanzos que habremos reservado previamente y trituramos todo con una batidora.
Por último, cuando echemos las acelgas y los garbanzos a la sartén en la que se cocinarán unos minutos más, agregaremos el sofrito. Si vemos que está muy seco le iremos echando el caldo de las acelgas a nuestro gusto. Lo ideal es que queden cremosito. Cuando notemos que los sabores se han mezclado y que los garbanzos están a nuestro gusto, será cuestión de servir y probar.
@ManoloDevesa