Dicen que a veces desde fuera las cosas se ven mejor. Con objetividad y sin dejarte llevar por la pasión que uno pone en eso que tanto le gusta y le nubla los sentidos. Por eso sin pertenecer a ninguno de los ámbitos del mundo cofrade en general, hoy me apetecía hablar de lo que en estos días tanto se rumorea en la ciudad: el incierto futuro del Perdón en la Semana Santa de este año tras su total desacuerdo ante la imposición del Consejo Local que ordena salir a las 2.10 y no a las 03.00.

Para empezar diré que el principal problema de nuestra Semana Santa no está en, tal y como desde muchos sectores apuntan, la cantidad de gente que efectivamente tira para Sevilla, si no en la razón de por qué lo hacen. La madrugada gaditana está prácticamente muerta desde hace unos cuantos años. La huida de algunas hermandades la hirieron de gravedad y precisamente desde el Consejo lo que se pretende con esta medida según creo entender es evitar los enormes cortes que si no te invitan a marcharte a la capital andaluza al menos sí lo hacen directamente a dormir.

La solución de la madrugá no depende ahora mismo ni muchísimo menos del Perdón. Tiene otro nombre bien distinto: reorganización. Si de verdad queremos tener una madrugá que invite a vivirla sin que te rinda el aburrimiento porque llegado el momento ya no hay nada que ver, hay que plantearse de una buena vez someterla a un gran cambio. Y por supuesto en su nuevo diseño deben participar todos los que la hacen posible dejando egos o rencillas personales a un lado para mirar sobre todo por el beneficio de la fiesta.

Nuestra Semana Santa es limitada. Es decir, no cuenta con un número de cofradías tan alto como para tirar la casa por la ventana y en un día laborable sacar cinco a la calle como es el caso del martes y dejar los días más fuertes cada año más solos. Porque entonces lo único que haremos será dar carta blanca a los visitantes para que no vengan a conocer nuestras costumbres y una fiesta que de organizarla correctamente podría convertirse en una irrechazable invitación cada primavera. 

Si hablamos de la fiesta como espectáculo público o cultural más que como ejercicio religioso, la Madrugada de Cádiz necesita la incorporación de hermandades de incuestionable tirón como Sentencia o El Despojado que ademas ponga un poco de color a una noche demasiado negra.

Tal y como hemos sabido estos días, no hay nada seguro que haga pensar que El Perdón no procesionará esta Semana Santa por las calles de nuestra ciudad. De momento solo sabemos que los hermanos de la Cofradía quieren su horario de sipre pero han decidido facultar a la Junta de Gobierno para que tome la decisión. Salir cincuenta minutos antes no es ningún drama. La negativa viene más por respetar un horario histórico que otra cosa. Y aunque tienen parte de razón cuando antes apuntaba a la importancia de poner el beneficio de la fiesta por delante, me refería precisamente a eso.

En definitiva que mi maldita empatía me hace dividirme en dos. Por un lado la postura de la Hermandad no hace si no defender un horario histórico y la imposición del Consejo solo mejorar los horarios de una madrugada herida de muerte. Pero también es verdad que no se puede acudir a la socorrida improvisación con tal de no enfrentarse al verdadero problema que tienen.

@ManoloDevesa / Foto: RLmendez