La radio de Cádiz está de luto. El mítico periodista gaditano Enrique Treviño ha fallecido este miércoles a los 88 años según ha confirmado la Asociación de la Prensa de Cádiz esta misma tarde. Había sido trasladado urgentemente al hospital Puerta del Mar y sobre las 14.30 su voz se ha apagado para siempre.

Se ha ido en plenas preliminares del Concurso del Falla al que tantas veces puso la voz. De hecho, Treviño comenzó a retransmitir radiofónicamente el carnaval en 1953 en la por entonces muy popular Radio Juventud. Nada más y nada menos que 52 finales lo avalaban. De Paco Alba a Antonio Martín y de Ares a Juan Carlos Aragón o Jesús Bienvenido. Testigo de la evolución del concurso y de como los gustos del público iban cambiando, Treviño no solo hizo carnavales en la que era todo un experto al punto de que se le dedicó incluso en 2003 el concurso oficial, sino que se atrevió con informativos, retransmisiones y crónicas deportivas y taurinas. La última vez que pudimos disfrutar de él fue en el programa Radio La Pepa 1812, idea de Javier Osuna donde se teatrealizaba la proclamación de la Constitución de Cádiz.

A lo largo de sus más de cincuenta años de concurso, las anécdotas de Treviño se pueden contar por docenas: desde los micrófonos de pie que solo tenía uno a su carrera fallida como comercial. El propio Enrique contaba en una ocasión que para conseguir la publicidad con la que se pagaba los gastos de la radio en el concurso y que tenían que conseguir los propios locutores quiso convencer de tal manera al dueño de una lechería de lo bueno que sería que contratase publicidad que le mintió diciéndole que la emisora se escuchaba hasta en Alaska. El lechero lejos de sorprenderse le dijo que no creía que fuera a conseguir muchas ventas desde tan lejos.

Perteneciente a la generación de otras legendarias voces de la radio gaditana como Pepe Benítez, Carmen Cóllar o Enrique Márquez con quien retransmitió tantas finales del Falla, Treviño era en realidad empleado de banca pero un día tras ver un anuncio en el periódico donde informaba sobre la creación de una estación escuela de radio, entró a trabajar allí. Era Radio Juventud, que con el tiempo se transformó en Radio Nacional de España. De esta manera logró convertir en realidad su gran pasión. Se dedicó a la profesión más bonita del mundo y la que más satisfacciones le dio en su vida, la que permitió que lo conociéramos y la misma que le hizo ganarse aparte de su cariño el respeto de toda una ciudad. DEP

@ManoloDevesa