El vaso medio lleno

Domingo pasado por agua. No solo llueve en todo el país. También lo hace en Ferraz. Le llueven las críticas y las decepciones. Pero sobre todo y continuando con el símil climatológico, estamos preparados para la tormenta que se avecina en el centenario partido socialista. Si hace solo unos años nos hubiesen predicho la decisión que ha tomado a lo largo de la mañana de hoy el PSOE, hubiésemos soltado una enorme carcajada de incredulidad con toda la razón. Sin embargo con la decisión de hoy, el grupo socialista ha desvelado por primera vez después de cerca de un año sin Gobierno que no nos enfrentaremos a unas terceras elecciones el próximo mes de diciembre evitando así el cabreo de media España pero despertándolo en la otra media por la decisión que permitirá la investidura de Rajoy para gobernar España durante presumiblemente cuatro años más.

Es sin duda una decisión histórica la de un PSOE en cuyo pellejo no quisiera encontrarme. Dicen que abstenerse no es apoyar directamente al Gobierno de Mariano Rajoy pero inevitablemente – para qué vamos a engañarnos – sí lo es de manera indirecta. Porque sin ella, el Gobierno de Rajoy sería imposible. Cualquiera de las posturas que hubiese adoptado hubiese sido motivo de duras críticas ante una decisión que no se había barajado en los cuarenta años de democracia. Sin embargo ¿cuál era la alternativa al «no»? Si el pacto con PODEMOS además de insuficiente – si no se quería contar con los independentistas – parece que ni se lo planteaban, la convocatoria de unas terceras elecciones era la única solución posible. Y llegados ahí ¿estaba dispuesto el PSOE no solo a hundirse tal y como vaticinaban las encuestas si no a darle una nueva oportunidad a Mariano Rajoy para incrementar el número de sus diputados? Porque al final me da la sensación de que unas terceras elecciones hubiese sido en el fondo otra manera de entregar el Gobierno al PP.

Pero como siempre hay que intentar ver el vaso medio lleno, habrá que mirar en esta dura decisión la oportunidad de pararles los pies a un Gobierno acostumbrado a legislar por decreto durante los últimos cuatro años, a luchar por lo que es bueno para nuestro país independientemente del lado del que venga. Y será la ocasión perfecta para que desde la oposición se intente sembrar las bases de un nuevo PSOE que recupere la confianza y la ilusión de sus muchos votantes hoy totalmente decepcionados. Porque estoy seguro que si actúan con coherencia dejando atrás los intereses de partido y fobias personales, tras este huracán de lógicas críticas ante una decisión tan insólita para España, el Partido Socialista tendrá la gran ocasión de salir reforzado de este maremágnum político. Será a la larga. Y entonces llegado ese instante, será el momento de volver a poner las cosas en su sitio.

@ManoloDevesa

Deja un comentario