Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y ayer el Cádiz lo demostró en el campo hasta el último minuto. El color verde de sus camisetas representó ese espíritu.
Los primeros instantes del partido fueron de un juego lento y pesado por ambas partes. Poca fluidez y juego dubitativo del equipo amarillo con ataques al área en balones parados. Pasados los quince minutos la cosa se animó y la fiereza de Ortuño se dejaba ver por el 18, junto con algún ataque del Tenerife por parte de Amath y las entradas de un incansable Saenz que lo intentó durante toda la primera parte. El Cádiz terminaba las jugadas pero sin peligro, con remates lejanos desde fuera del área de Carlos Calvo, otra vez muy activo. El juego como viene siendo habitual en estos últimos partidos ha pasado por las botas de Jose Mari, que empieza a ser parte importante del equipo.
En el 27 Amath no encontró rematador en la zona de Cifuentes y a partir del 29 se sucedieron jugadas del Cádiz que empezaba a dominar con remates de Ortuño y jugadas de Olivan que casi marca. Al final de la primera parte el Tenerife respondió con Lozano en varios remates y la jugada clave llegó en el 42 cuando Ortuño en un ataque funesto y solitario se le fue la cabeza y entró muy fuerte al defensa central del Tenerife. El árbitro no lo dudó tras la presión de los tinerfeños y expulsó al jugador cadista.
La incertidumbre se cernía sobre los aficionados amarillos y en los primeros minutos de la segunda parte el equipo de las islas casi hizo valer su ventaja en el campo con dos ataques que salvó Cifuentes. En el 52 se reclamó una mano de Snakaré en el área y más tarde una entrada fuerte de Camille a Álvaro no vio la tarjeta amarilla. Se formaron imprecisiones en ambos bandos y en el 63 Martí se la jugó sacando a Omar por el central Carlos Ruiz. En el 71 se paró el juego por una cabezazo de Vitolo a Nico Hidalgo que tuvo que ser vendado por la abundancia de sangre en el corte producido por el choque. Siete minutos más tarde marcó el Tenerife por mediación del recién salido Jouini a centro de Cristo Gónzalez. Al Cádiz se le ponía el partido cuesta arriba y en el 84 por fin se arriesga Álvaro Cervera y saca a Aitor García por Carpio. El equipo cadista se tira arriba y una jugada de Nico Hidalgo por banda en el 88 no ve rematador en el área. En el 89 Snakaré no remata bien un corner. Pero como la esperanza es lo último que se pierde, en el 91 un recién incorporado al juego Gorka Santa María tras un centro de Olivan, encuentra la fortuna en un remate rebotado entre el defensa y el portero del Tenerife y marca el empate para un Cádiz que pudo hasta llevarse la victoria si Abdullah no hubiera fallado casi a puerta vacía una última jugada de Álvaro por banda. Gracias a Cifuentes se y terminó en tablas, tras parar a bocajarro un remate de Lozano en el último aliento del partido.
En conclusión, un empate justo para un Cádiz que sigue siendo maltratado por los árbitros y que a pesar de estar en zona de descenso, solo le separa del décimo puesto una victoria. Habrá que seguir soñando y confiando en este equipo.
Óscar Lamela Méndez