Rayo (3)-Cadiz (0): cuando las buenas sensaciones comienzan a esfumarse

El hermanamiento de las aficiones que ayer se concentraron en el barrio madrileño de Vallecas no ha sido tan parejo como lo vivido en el campo. Dos equipos que partían con las mismas estadísticas en resultados no han demostrado lo mismo en el césped que en jornadas anteriores.
En el minuto 2, Servando remataba a las nubes después de un centro de falta indirecta. El Cádiz se las prometía, pero en el minuto 6, el árbitro pitó un penalti del mismo Servando a Manucho. Embarba desaprovechó la ocasión y la cosa se animaba.
En el diez Olivan lo intentaba con otro centro, pero no había rematadores. Como en jornadas anteriores Ortuño seguía más solo que la una y parece ser que Álvaro Cervera no se daba cuenta.
Solo dos minutos después Embarba rectificaba su error de la pena máxima y remataba a puerta vacía un rechace del meta Cifuentes tras una jugada excepcional del jugador rayista Lass, que fue uno de los mejores jugadores del partido a la postre.
Ambos jugadores rayistas seguían intentando destrozar al equipo amarillo en sus continuas internadas por las bandas, mientras Salvi lo intentaba en un solitario contragolpe cadista en el 25 de partido.
Tres minutos más tarde el incansable Ortuño e Hidalgo en jugada combinativa casi empatan con el balón lamiendo el poste izquierdo.
Las ocasiones se sucedían y Cifuentes seguía salvando al equipo tanto en el 34 como en el 36 con Lass de nuevo como protagonista y el desaparecido Manucho con remates a las nubes.

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En la segunda parte la lesión de Embarba fue la clave, pues un motivado Alex Moreno dio otro ritmo al equipo rayista y después de varios tímidos ataques del Cádiz y la salida de Santamaría para dar más profundidad al equipo, el Rayo dio su segundo zarpazo. Miku que había salido por Comesaña en el 63 centró al área y Alex Moreno remató y el balón entró llorando tras la parada previa de Cifuentes.
Un Cádiz destrozado buscaba soluciones sacando a Eddy, otra vez inexistente y metía a Jose Mari que debutaba por primera vez en liga para ayudar en la media a un Mantecón muerto.
Ortuño lo intenó en el 70 desde fuera del área, pero no lo consiguió y en el 74 llegaba la sentencia del Rayo Vallecano en un córner lanzado por Piti, peinado por Alex Moreno y rematado por Miku en el segundo palo en solitario.
Ya en el 81 y 83 Ortuño y Salvi intentaron maquillar el resultado con internadas y tiros desviados sin peligro alguno para el guardameta Toño que al final del partido mantuvo su portería a cero.
En conclusión: las buenas sensaciones de principio de temporada empiezan a esfumarse muy pronto y si el Cádiz, los jugadores y sobre todo Álvaro Cervera no pone solución a esto, el equipo amarillo lo va a pasar muy mal de aquí a final de temporada. El equipo es un solar lleno de fantasmas por el campo.

Oscar Lamela (@gadimet)

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