La cruz del con Franco no pasaba

Media mañana, la claridad tan característica que solo tiene esta tierra me hace salir un rato a pasear por sus calles, a hacer compras y a ver como el ciudadano continúa haciendo malabares para llegar a fin de mes. Otros sin embargo, esperan en una esquina a que les llegue el trabajo de su vida… Y luego están los otros, al menos éste que hoy me encontré y que me hizo comprender la situación de este país.

La corrupción continúa acaparando las conversaciones de la gente de a pie y entre las lindezas que les suelen dedicar, una frase me llama poderosamente la atención: «Esto con Franco no pasaba«. Vaya, pinché en hueso roto, pensé. Y así el amable señor me explicaba que en su casa y durante la dictadura que el general Franco impuso a todo un país tras su victoria en la guerra civil, habían vivido «la mar de bien«. Mi cara es un poema. Tengo que aprender a disimular mejor. Y él que estoy seguro que se da cuenta, va e intenta justificarse: «Había trabajo para todo el mundo y estaba to más tranquilo, más controlao. ¿Qué pasa? ¿Que había gente a la que le mataron a sus familiares?» Me cuesta ahora mantener mi sonrisa. «Pues algo harían. Porque a mi familia no le pasó ná«. Vale, con la mirada ya intento buscar desesperadamente una mueca en aquel hombre que me haga entender que se trata de una broma pero lo dice en serio.

«Hombre eso no es normal» me dice cuando le dejo caer «el delito» de un familiar que estuvo a punto de morir fusilado: estar afiliado a un sindicato. Pero pronto reacciona y continúa con aquella exposición de ideas tan trasnochadas como escandalosas: «En to caso él mataba a la gente que no pensaba como él y él no mataba ¿eh?» Ahí la carcajada ya me sale más natural. Claro que no mataba él, él solo lo ordenaba. Y en cuanto a que lo hacía porque no opinaban como él ¿le parece una buena razón? le pregunto ya en una nube de incredulidad.

Decido no aportar nada a esta conversación y me despido gentilmente pero antes viene su última perla: «Yo lo que sé que Franco murió pobre. Felipe González, ése sí que robó a base de bien» dice quedándose más ancho que largo. Lo miro y entonces lo veo todo más claro. Es la ignorancia de un pueblo la que hace que se siga creyendo que en algo tan horrible como una dictadura las cosas podían ir medianamente bien. La misma ignorancia que es capaz de justificar los fusilamientos por mostrar tus ideales públicamente, la que es capaz de hacer confesar no gustarle la democracia «porque yo tengo que pagar muchisimo y estamos controladisimos por ellos que se lo llevan to«. La misma que le hace afirmar totalmente convencido que un hombre como Franco murió pobre.

Cuarenta años después de su fallecimiento, su «pobreza» se valora en unos 500 o 600 millones de euros. Su miseria incluye la Casa Cornide en A Coruña y el pazo gallego de Meirás, la residencia de la calle Hermanos Bécquer de Madrid o varios pisos de lujo en la capital de España y varias fincas repartidas por el país. Pero no se equivoquen, la verdadera herencia del franquismo no es la fortuna de la que disfruta su familia, sino el pensamiento que logró dejar grabado a fuego en las mentes de muchas personas que aún a día de hoy siguen pensando igual.

@ManoloDevesa

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