Una playa en plena Alameda. Pues qué quieren que les diga, no termino de verlo. La oferta de playas en nuestra ciudad es ya lo bastante atractiva como para romper el encanto de unas de las partes con más personalidad de nuestra ciudad. Un lugar que se ha hecho a sí mismo y que es fotografiado mañana, tarde y noche por su extraordinaria y mágica belleza. ¿Quién no ha hecho una fotografía a la Alameda cuando su cielo comienza a tomar ese color anaranjado que desata tantas pasiones?

Pero sobre todo y más allá del impacto que tendría en Cádiz una obra de esas dimensiones, cabría preguntarse si con la playa de la Alameda ocurriría como con el Hospital nuevo que en teoría se va a construir cerca de Loreto o como con el Teatro José María Pemán, abandonado a su suerte desde hace años o el Pabellón Portillo. ¿Como La Ciudad de la Justicia quizás?. Los terrenos donde reposaba parte de la Institución Provincial Gaditana y que se derrumbaron aprisa y corriendo, siguen esperándola. Al igual que el barrio de San Severiano en el cuál por cierto, también nos encontramos con el edificio antiguo de Correos, que siempre lo he visto cerrado. ¿Correría la misma suerte que otro terreno enorme esta vez situado junto a las Puertas de Tierra, al lado del edificio de Hacienda?

En una ciudad en donde el tiempo parece no correr y existen edificios abandonados desde hace décadas como es el caso del colegio Valcárcel o el antiguo centro del Olivillo o la Escuela Náutica de Cádiz o la mismísima Residencia del Tiempo Libre, gran reclamo en pleno Paseo Marítimo de Cádiz, una ciudad donde el turismo cobra cada vez más importancia… ¿Se creen éstos con la suficiente credibilidad para que nos vayamos a creer algo de lo que digan a estas alturas? Y no señalo a nadie en concreto porque aquí todo el mundo tiene qué callarse.

Se deben callar ellos por hacer de esta ciudad la más olvidada e ignorada de Andalucía por las grandes inversiones. Una ciudad donde se le amontonan los proyectos a medias, donde los intereses partidistas no solo están por encima de sus ciudadanos sino de la trimilenaria historia de una ciudad por la que según donde pasees te dan ganas hasta de llorar. Una ciudad a la que a cada cierto tiempo se le saca el tema del Museo del Carnaval. Supongo que para dar coba al personal aunque sigan pasando los años y del Museo no se sepa absolutamente nada.

¿Una playa en la Alameda? En una playa parecen vivir los que usted y yo sabemos a cuerpo de Rey con nuestro consentimiento, que manda melones… En una playa de donde solo salen cada cuatro años para hacernos la pelota, prometernos lo imposible y echarse las cosas en cara. Será que ahora son tantos, que se les ha quedao pequeña…

@ManoloDevesa