Cuando las noches de verano se pasaban en «El Cortijo de los Rosales»

Cuando hablamos en estos meses de la oferta veraniega de nuestra ciudad, mermada en los últimos años probablemente por la tremenda crisis por las que ha pasado y sigue pasando nuestro país, quisiera echar la vista atrás para recordar un rincón que durante años se convirtió en uno de los más visitados de la ciudad: El Cortijo de Los Rosales.

 

Hablar de él es hacerlo de su alma: Antonio Martín Mora, empresario que se desvivió por hacer del legendario escenario situado a las espaldas del parque Genovés, una cita obligada para las voces más cotizadas del momento. Desde los duros años cuarenta hasta agosto de 1977, se convirtió en todo un referente de la oferta veraniega de nuestra ciudad: Raphael, Julio Iglesias, Antonio Machín, Karina, Rocío Jurado, Los Brincos, El Dúo Dinámico, Miguel Ríos, Lola Flores, Los Bravos, Los Pekenikes, Los Canarios… Un sin fin de artistas que venían encantados a amenizar las calurosas noches de verano en parte gracias al encanto que el empresario tenía.

Sin reconocerle prácticamente su enorme esfuerzo por nuestra ciudad, poca gente sabe que a Martín de Mora le debemos el disfrutar del popular Cola Cao, alimento que él mismo introdujo en la ciudad o que también el Cádiz CF formó parte de su vida que en otro capítulo de esta sección les contaremos. Cuentan de él que era además de un excelente relaciones públicas, la generosidad en persona y que pocas veces dejaba pagar. Por eso mismo, los artistas más consagrados se partían la cara por venir al Cortijo. Porque sabía que con Antonio no habría ningún problema. Metido de lleno en varios negocios, Martín de Mora llegó a organizar excursiones a Jabugo. Y si hoy día la casa Martín de Mora es la única representación que mantiene la factoría de Jabugo, se lo debemos exclusivamente a él.

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@ManoloDevesa

 

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