Sobre todo en verano, pasear por nuestro Paseo Marítimo es contemplar en muchos casos verdaderas obras de arte en la arena de la playa. Auténticos monumentos que sirven de reclamo para que sus artistas puedan presumir de su extraordinaria habilidad y además puedan ganarse algún dinerillo que nunca viene mal. Sin embargo, una de las preguntas más repetidas al verlas es la de cómo serán capaces de aguantar tantos kilos de arena sin que se les venga abajo.

La explicación es fácil: desde pequeños sabemos que el hecho de que el agua esté mojada es clave para que podamos moldearla y endurecerla. Pero ¿se han preguntado cómo se produce este fenómeno y por qué es crucial para no poner en peligro nuestra escultura? La solución está en algo que quizás ni se le había pasado por la cabeza: la electricidad.

Entre sus numerosas propiedades, la molécula del agua tiene mal repartidas sus cargas eléctricas. Esto quiere decir que una parte de la molécula está cargada positivamente y su opuesta negativa. Por su parte, los granos de arena también poseen distribuciones de cargas eléctricas. Esto se traduce a que cuando una molécula de agua se aproxima al grano de arena, quede pegada a ella. De manera que el agua al atrapar a dos granos entre sí, haga de pegamento eléctrico. Curioso ¿no?

Texto: @ManoloDevesa