Postureo nacional

Ya tenemos desde principios de semana nueva Presidenta en el Congreso. Gracias al apoyo de CIUDADANOS (oh, sorpresa), el PARTIDO POPULAR ha podido colocar a uno de los suyos en la Presidencia de la Cámara. Estoy hastiado del tema elecciones. Así que tampoco me excederé mucho en expresar lo que he sentido en estos días de pactos, negociaciones e intereses varios. Pero lo resumiré todo en una sola palabra: postureo. Porque la clase política española vive en uno constante cada vez más insoportable y ridículo. Y solo hay que ver como hacen gala de esto que les hablo por ejemplo el partido de Pablo Iglesias. Ya no solo con sus camisetas reivindicativas en pleno Congreso. Es que hasta para algo tan básico como es jurar el cargo, son incapaces de ceñirse al tradicional «Lo juro» haciendo de su juramento, una excentricidad más. El Secretario General de PODEMOS optaba por decir: «Prometo acatar esta Constitución y trabajar para cambiarla. Nunca más un país sin su gente«. Hasta ahí, medio normal. Pero Iñigo Errejón añadía algo más al mensaje que pretendía dar el grupo morado: «Prometo acatar esta Constitución y trabajar para cambiarla. Por la soberanía del pueblo, la justicia social y una España nueva, per la fraternitat entre els pobles. Porque fueron somos, porque somos, serán. Nunca más un país sin su gente«. Y ya lo de Carolina Bescansa, sin niño a cuestas en esta ocasión por cierto, ha sido de campeonato: «Prometo acatar esta Constitución y trabajar para cambiarla. Porque no soy de un pueblo de bueyes, que soy de un pueblo que embargan yacimientos de leones, desfiladeros de águilas y cordilleras de toros con el orgullo en el asta. Nunca medraron los bueyes en los páramos de España. Nunca más un país sin su pueblo y sin su gente» ¿¡¡Pero ésto que eeeeess???

Sin embargo no crean que solo son los de Pablo Iglesias los que practican el dichoso portureo. Ya hemos visto a Rivera «posturear» con el Gobierno del cambio y su negativa a uno con Mariano Rajoy y a la mínima nos la ha colado con su apoyo en el Congreso al PP. Los propios populares también caen en más de una ocasión. Sin ir más lejos, Xavier García Albiol, líder del PP en Catalunya optó en su juramento por un “Lo juro como catalán y orgullosamente español”. Porque el postureo de los populares se basa sobre todo en que son más españoles que nadie. Nada más que hay que ver como el día de las elecciones, uno de los cánticos con los que animaba el público a Mariano Rajoy desde el balcón de Génova era ése: «Yo soy español, español, español«. Y es que al igual que para los votantes de Podemos solo son de izquierdas ellos, para los de la gaviota, son los únicos que están orgullosos de ser españoles. Tócate las narices.

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Sin embargo, para llegar al nombramiento de Ana Pastor, no solo han sido suficientes las negociaciones con el partido de Albert Rivera. Pese a que pactar con los independentistas era hasta hace bien poco «romper Esshhpaña» para Mariano Rajoy, se ve que cuando las necesidades aprietan, «por Esshhpaña lo que sea». El Presidente en funciones ponía el grito en el cielo este mismo enero cuando el PSOE cedía dos senadores a ERC y otros dos Convergència para poder tener así grupo propio en la Cámara Alta. Siete meses después han sido los propios populares los que han tenido que pactar con éstos últimos, situados desde hace años en la independencia de Catalunya para asegurarse los puestos que querían en la presidencia del Congreso. ¿Han dejado de ser españoles entonces?

El postureo es como el enorme y llamativo escaparate de una gran superficie. El problema viene cuando entras y te encuentras que todas las ofertas vistas desde fuera, no lo son igual dentro. Llega entonces la desilusión y la sensación de estafa. Que es la misma que se me viene a mi a la cabeza cada vez que veo a algún político de esos calificados desde el peligroso y penoso mundo de los estereotipos «encorbatadamente esshhpañoles» o «zarrapastrosamente de izquierdas». 

@ManoloDevesa

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