Parece que estoy asomado a ese desbarajuste que eran sus escaparates: lozas, cristal y animales. La Casa Crespo de Cádiz cerró hace justamente 16 años, los mismos que lleva vacío. Poca gente sabe que antes de ser la tienda con la que cerró, en 1902 abría como bar. Fue más tarde que la madre de Don José Crespo Reguero lo reconvirtió en una tienda de loza y cristal. Más tarde vendrían los animales.

Cada vez que paso por su puerta, me corroe siempre la misma duda: ¿Por qué sigue cerrado después de más de tres lustros? Abrir la Casa Crespo sería homenajear a una persona que dedicó toda su vida a un comercio que con el paso del tiempo se convirtió en un trozo de la historia de nuestra ciudad. Logró incluso que Paco Rosado, le dedicara una chirigota: LOS CONQUISTADORES DE LA TRASTIENDA DE LA CASA DE CRESPO y que los visitantes de otras ciudades se pasaran por allí para comprobar que el tiempo podía pararse ante aquel mostrador.
Según los rumores que circulan por los alrededores de la tienda, son sus hijos los que más reticencias ponen a la hora de ceder el local para que abra un nuevo negocio. Quizás sea por respeto a la decisión de su padre, el cual nunca quiso venderlo. Tenía ahí toda su vida. Lo que está claro es que de volverlo a abrir, se debería hacer respetando su decoración original, ésa que seguro traería la nostalgia y los buenos recuerdos a todo el que entrase. Para abrirlo como tienda de chinos, con todo el respeto a ellos, mejor no hacerlo porque yo lo interpretaría como una profanación en toda regla.
En estos tiempos en los que los alrededores del Mercado de Abastos se atestan de bares de tapas, tomarte una cerveza con un pescaíto frito en un lugar tan entrañable como Casa Crespo, podría ser especialmente atractivo. Pero insisto, siempre respetando su aspecto original.
@ManoloDevesa