Se acabó la polémica. Quien quiera despelotarse vivo en una playa tendrá toda la libertad que la Justicia le ampare. Pero eso sí, no será en Cádiz capital donde el Tribunal Supremo ha avalado la ordenanza que lo prohibía. Al menos en la playas consideradas como urbanas.
Según ha manifestado el TS, el hecho de estar desnudo en este caso la playa, no entra dentro del derecho fundamental a la libertad ideológica que recoge el artículo 16 de la Constitución. Vamos, que no queramos ser «más papistas que el papa».
Así que, los que quieran y sobre todo puedan lucir su cuerpo serranillo, lo podrán hacer pero fuera de la capital.
@laazoteadecadiz