Que los plenos del Ayuntamiento de Cádiz se han convertido en un show puro y duro capaz de congregar si se lo proponen cuotas de audiencia con el mismo perfil de programas tan criticados como SALVAME, ya lo sabemos. Ya hemos observado cómo anteponen claramente el ataque político e incluso personal a presentar cualquier tipo de proposición desde la coherencia y el interés por el bien de nuestra ciudad.
El último show lo hemos podido ver gracias a los compañeros de CADIZ DIRECTO. La reunión que el Gobierno municipal iba a mantener con cada uno de los partidos de la oposición por separado, se ha escenificado como uno de esos montajes que tanto utilizan ahora las televisiones privadas en determinados programas de entretenimiento. Una especie de SUPERVIVIENTES donde interpretan, discuten o se alteran con un tufillo de sobreactuación que canta de lejos. Claro, tienen la cámara al lado y eso supongo que de cara a las próximas elecciones, puntuará.
Ignacio Romaní y Jose Blas Fernández pretendían reunirse con David Navarro y el resto de partidos de la oposición pese a que según el propio Navarro sabían que se produciría por separado ya que se lo hizo saber a cada uno de ellos mediante un email que ellos mismos contestaron. Sin embargo, de nuevo las acusaciones, el «yo creía que…», el «tu me dijiste…», las malas caras y sobre todo una actitud nada colaboradora, volvieron a protagonizar el show. A su término, como no, al confesionario (los medios de comunicación) donde volvieron a vomitar más que explicar lo que estaba ocurriendo.
Viendo la escena, solo faltó que alguno de ellos se hubiese llevado un yogurth al más puro estilo Karmele y se lo hubiese comido mientras la discusión continuaba. O que Romaní o Pérez Dorado hubiesen acudido al servicio con las cámaras detrás y David Navarro presionando hasta el llanto. Ojú que plan.
@ManoloDevesa