Impresionante. Lo que está ocurriendo en Cádiz esta semana es cuanto menos, llamativo. Tan pronto sale el sol unos minutos cómo se nubla y cae más que cuando enterraron al «Bigotes». Y mientras, los usillos se van limpiando. Que visto lo visto, falta le hacían. Se van limpiando, eso sí, a costa de anegar muchas de nuestras calles.
Esto me recuerda, cuando hace unos años, la parte de atrás del cementerio de San José y debido también a unas lluvias igual de torrenciales que las que caen en estos días, se anegó totalmente llevándose a su paso incluso a coches que flotaban por medio de la carretera ante los ojos atónitos de todo el que por allí pasaba y por supuesto de sus dueños. ¿Está Cádiz preparada para las trombas de agua que «de higos a brevas» se dejan caer por aquí?